El pasado 21 de julio asistimos al
Recital de Miguel Poveda en la Plaza de Toros de Jerez. Esta vez
compramos las entradas pronto para evitar encontrarnos con las
entradas agotadas como en anteriores recitales de Miguel Poveda en
Jerez.
No pudimos aparcar cerca pero lo
logramos no excesivamente lejos.
La cola para entrar era larguísima cuando nos incorporamos
pero al cabo del rato casi rodeaba el recinto.
Un poco antes de las diez abrieron la
puerta y la gente empezó a moverse lentamente hasta que logramos
entrar. En el recorrido compramos unos paquetes de patatas fritas
que nos comimos durante el concierto.
Nos ubicamos en nuestros asientos en el
tendido. Hacía mucho tiempo que no entraba en la Plaza de Toros de
Jerez. De niño mi padre me llevó al Bombero Torero y de
adolescente fui a un concierto de los Bravos. No recordaba lo
incómodo que son los asientos del tendido. Sentía no haberme
gastado algo más en las entradas más caras en la parte de abajo de
la plaza.
El recital, en una noche calurosa,
empezó viente minutos más tarde con una presentación sobre el
artista en las pantallas instaladas junto al escenario.
El recital constó de dos partes
separadas por unas palabras de Miguel al público de Jerez.
Cantó todos los palos flamencos y
coplas acompañado por su grupo.
La gente no paraba de gritar entre
aplausos piropos al artista como ¡ole!, ¡qué poderío!,....
El grito de un espectador con vivas a
Cataluña no fue seguido por el público, de la misma manera que el
viva a Cádiz del artista mientras cantaba unas alegrías.
El público se entregó con los cantes
referidos a Jerez y Sevilla y a sus cantaores mientras que el fondo
digital del escenario pasaba calles, plazas y estatuas emblemáticas
del cante de Jerez.
Muy buena la actuación de la bailaora
principal del grupo y de otros bailaores y bailaoras que se agregaron
al espectáculo incluida una niña de corta edad.
Las aportaciones de los cantaores
jerezanos “el Londro” y Jesús Méndez al concierto tuvieron muy
buena acogida entre el público.
Después de una primera despedida
volvió al escenario con otras canciones entre las que se encontraba
“la de los tres puñales” que el público le pedía y su recuerdo a Camarón fue muy aplaudido.
Sobre las dos de la mañana terminaron
las actuaciones. Hemos quedado muy contento con el recital aunque al
final teníamos las espaldas que no sabíamos como ponernos por las
incomodidades de los asientos del tendido.
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