Estamos todavía sin acabar definitivamente con la pandemia del covid y ya tenemos, paseando con ritmo militar, a un nuevo virus llamado Putín.
Putín y sus fuezas militares han entrado hace unos once días en Ucrania a sangre y fuego para implantar un gobierno títere que reconozca la anexión de Crimea a Rusia, que no tome decisiones sobre compromisos militares con la OTAN y que las zonas separatistas rusófilas se conviertan en repúblicas independientes. La resistencia de los ucranianos es heroica y lo triste es que su población sufre las consecuencias de la guerra.
El apoyo internacional es importante . Este conflicto no puede verse como un conflicto de derechas o izquierdas. Es una lucha de Ucrania para resistir la invasión rusa y poder decidir su propio destino.
El lema de " No a la guerra" es insuficiente para apoyar a Ucrania ya que pone al mismo nivel al agresor y al agredido. Las pancartas con el lema de "No a la guerra de Putín" u otros que dejen claro quien es quien en este conflicto deben presidir las manifestaciones contra este dictador.
También mi apoyo para la población rusa que se manifiesta contra la guerra y que sufre la represión del nuevo zar de Rusia.